Aunque el cerebro de los bebés comienza a formarse durante la gestación, su desarrollo alcanza el auge en el tercer año de vida. Hasta cerca de los seis años de edad, los niños tienen neuronas capaces de hacer dos veces más conexiones entre sí que el cerebro de un adulto, por lo que los estímulos y las experiencias vividas en ese período son fundamentales para el proceso de aprendizaje de informaciones que durarán para toda la vida: caminar, comer, reconocer personas y voces, además de los conocimientos más cognitivos, como aprender el idioma nativo, contar números y razonar de manera lógica.
En primer lugar, es preciso entender que la curiosidad inherente de los bebés es una función muy importante para el aprendizaje. Permitir que los niños sean libres e independientes para explorar el entorno estimula la creatividad y los hace comprender por sí mismos - o por medio del tradicional "¿por qué?"- aspectos del mundo que los rodea y que pasarían inadvertidos si no se sintieran seguros para arriesgarse en nuevas actividades cada día. Por eso, se recomienda mantener un diálogo tranquilo, pausado y mirando a los ojos a los bebés, incluso cuando son recién nacidos. Aunque en el futuro ellos no recuerden este período, son actitudes como esta las que favorecen la creación de un vínculo afectivo fuerte y duradero.
Juegos Es lo más serio que tienen los niños en una rutina diaria. Jugando, los niños consiguen expresar sentimientos, explorar la creatividad y tener percepciones a pequeña escala de situaciones que vivirán durante la edad adulta. Más allá de que el dicho "niño muy tranquilo es porque está enfermo" tiene total sentido -ya que a través del juego los pequeños demuestran salud e inteligencia emocional-, los niños desarrollan la comunicación con los colegas cuando juegan en grupo.
Lectura Ya sea antes de acostarse o por la tarde, se recomienda contar historias a los bebés desde el nacimiento. Eso porque, a través de lo que se cuenta desarrollan la imaginación, mejoran el lenguaje y ejercitan la atención, además de aprender sobre sentimientos, valores y relaciones. En las historias largas, contadas por las partes, es posible, además, estimular la memoria de los niños, incentivada por el cuestionamiento y el debate sobre la última escena leída. Leerle a un niño facilita el proceso de aprendizaje que él tendrá un poco más adelante, en el período escolar.
Artes Es posible que hayas visto cómo se emocionan los niños cuando tienen a mano pintura, pincel y papel para pintar lo que quieran. Las manifestaciones artísticas son instintivas para el ser humano y es natural que este deseo sea inherente desde el nacimiento. Por lo tanto, incentivar el uso de diferentes materiales como crayones, tiza, plastilina, papeles de varios tipos y texturas, así como tijeras y pegamento, estimula la creatividad de los pequeños. También es importante reconocer el trabajo y cuestionar la elección de las formas y colores utilizados. Así, además de la propia expresión artística, los niños aprenden a defender su punto de vista y a comunicarse mejor.
Estos son solo algunos consejos sobre actividades dirigidas a niños de 0 a 3 años. Adaptándose a cada fase de la vida, ellos necesitan ser estimulados, a la vez que es necesario respetar sus tiempos. Evita la comparación con otros niños, no crees altas expectativas y nunca fuerces estímulos que no le interesen al niño. Es imprescindible entender que cada bebé se desarrolla a su propio ritmo y, sobre todo, lo más importante es que crezca en un hogar lleno de amor, donde tenga el apoyo y la ayuda para aprender lo que más le guste, a su propio tiempo.
*Todas las informaciones contenidas en este post fueron basadas en informes periódicos, revistas y/o sitios de noticias.
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