La música es un gran estímulo para cualquier ser humano. Y nada mejor que empezar desde el útero - donde el bebé ya logra escuchar sonidos a partir de la semana 16 - para que se agudice el desarrollo positivo.
Desde temprana edad, las canciones infantiles forman parte de la vida. Pero no es solo por diversión o para sacarle una sonrisa al bebé. La música es una gran aliada en esa etapa del crecimiento. Y la mamá también aprovecha los principales beneficios, como colaborar con la respiración, fortalecer el vínculo materno, ayudar en el metabolismo y relajar las arterias, proporcionando una mejora en la presión arterial de la madre y del bebé. Además, a los niños les encanta y se divierten mientras se desarrollan con más calidad.
Se incentiva mucho a los bebés a aprender y a explorar. Tararear y conversar es importante para que, después del nacimiento, puedas seguir introduciendo sonidos que agraden al bebé y lo estimulen. Además, ¿sabías que los niños que están expuestos a melodías ya en los primeros días de vida aprenden a leer y a escribir más rápido? Eso sucede porque el estímulo musical es fundamental para el desarrollo neurológico.
El bebé ya nace con un sistema auditivo completamente desarrollado, por eso es tan importante estimularlo a través de melodías. A los dos años, el niño ya reacciona a los estímulos sonoros, siendo capaz de seguir los sonidos que escucha. En los primeros meses, el bebé empieza a balbucear intentando imitar y reproducir el habla o cualquier sonido. Conversar y cantar canciones infantiles, mientras se mece al bebé al ritmo de la música, es una forma eficaz de trabajar la musicalización en esa etapa.
A partir del sexto mes, con una visión más clara y un mayor control corporal, el bebé logra agarrar sonajeros y juguetes para crear sonidos por sí mismo. Además de la propia voz y de tratar de hablar con gritos y palabras aún incomprensibles, usar el movimiento mientras el sonido lo estimula puede contribuir aún más al desarrollo.
A partir del año y medio, las condiciones motoras y cognitivas ya han mejorado, dando al niño más libertad para interactuar con las canciones: bailar, girar, cantar a gritos y con palabras, divirtiéndose sin parar.
*Todas las informaciones contenidas en este post fueron basadas en informes periódicos, revistas y/o sitios de noticias.
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