Desde el momento en que se inicia la introducción de alimentos complementarios, es importante planificar el menú que se ofrecerá. Por eso es fundamental tener en cuenta el intervalo entre las tomas (si es posible, mantenerlas a libre demanda) y los horarios de sueño del niño. Ir construyendo una rutina de alimentación facilitará el proceso para quien esté con el bebé, ya que, cuando tenga hambre, el niño seguirá prefiriendo el pecho durante un buen tiempo. Y no te preocupes, porque es normal.
Construir una rutina, en especial de alimentación, tiene muchos beneficios tanto para el niño como para los padres o cuidador. Es importante establecer horarios para las actividades diarias, ya que eso contribuye a la formación de seguridad en la infancia. Esa comodidad es la respuesta de un refuerzo: de esa forma, los bebés aprenden qué esperar después de una acción. Al principio, establece horarios sin rigidez y ve adaptándolos a medida que evalúas el día a día con tu hijo. ¡Recuerda que se trata de encontrar lo mejor para todos!
Cómo empezar Lo ideal es que al inicio de la introducción alimentaria le ofrezcas frutas blandas y verduras muy bien cocidas, cortadas de forma adecuada y segura. Con el tiempo, también puedes ofrecerle otros alimentos para una dieta más balanceada. Comienza con pocos alimentos por comida, para que no sea demasiada información para el bebé. No le ofrezcas el alimento cuando el bebé esté con sueño o hambre, porque en ese momento no lo explorará: recuerda que el único alimento que conoce, hasta ahora, es la leche. Es decir, ofrécele alimentos en los intervalos entre las siestas y las tomas. ¿Qué tal una frutita a media mañana, por ejemplo?
Adaptarse de a poquito Algunas semanas, un mes o dos pueden ser suficientes hasta el próximo paso, cuando llega el momento de cambiar una de las tomas por una de las comidas principales, generalmente el almuerzo. A partir de ahí, viene la cena, más una merienda… Eso, por supuesto, en espacios de tiempo cómodos para el bebé y debidamente conversados con el pediatra. Este es un buen momento para evitar comparaciones: no es necesario apresurarse demasiado, el proceso se puede hacer gradualmente hasta los dos años, cuando todavía se recomienda la leche materna. Hasta el final de la introducción alimentaria es común que la lactancia continúe por la mañana, cuando el bebé se despierta, y por la noche, antes de dormir; luego llega la fase en que la madre finalmente inicia el destete.
Sugerencia de rutina Claro que estipular horarios depende de la rutina de cada familia, pero aquí hay un ejemplo que puede funcionar con tu bebé después del primer mes de introducción alimentaria:
6 h - toma de la mañana 9 h - fruta (toma opcional) 12 h - almuerzo 15 h - fruta de la tarde (toma opcional) 18 h – merienda 21 h - cena (toma antes de dormir
*Todas las informaciones contenidas en este post fueron basadas en informes periódicos, revistas y/o sitios de noticias.
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