La depresión posparto puede estar asociada a factores físicos, emocionales, de estilo y calidad de vida, como también vinculada a trastornos mentales, sin embargo el factor principal es el desequilibrio hormonal que suele ocurrir hacia el final del embarazo. El trastorno puede afectar a mujeres de todas las edades, independientemente de la clase social, el origen étnico y el número de embarazos. Un estudio realizado por la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) revela que la depresión posparto afecta al 25% de las madres en Brasil, es decir, una de cada cuatro madres de recién nacidos recibe ese diagnóstico.
Los principales síntomas son: tristeza profunda, desesperanza, dificultad para cuidar al bebé o cuidado excesivo, culpa con relación a la maternidad, irritabilidad, pérdida de energía, desesperación constante y alteración del sueño y del apetito.
Muchas madres no se dan cuenta - o no lo saben - pero hay tres tipos de depresión posparto: Tristeza materna (la madre tiene cambios de humor repentinos, como sentirse muy feliz y luego muy triste); Depresión posparto (que puede ocurrir durante algunos días o incluso meses después del parto de cualquier bebé, no solo del primero); y Psicosis postparto (la mujer puede perder el contacto con la realidad: generalmente tiene alucinaciones, principalmente sonoras).
El tratamiento de la depresión posparto se realiza de forma individual y tiene cura; dependiendo del caso, se puede tratar con fármacos antidepresivos y psicoterapia, por lo que es importante tener un acompañamiento médico durante todo el proceso y seguir el tratamiento recomendado.
También se aconseja a las mujeres que se unan a un grupo de apoyo para conversar con otras mujeres que se encuentran en la misma situación. El apoyo de la familia, la pareja y los amigos también es fundamental. Si la mujer está amamantando, es necesario que converse con su médico sobre el uso de antidepresivos, ya que algunos de esos medicamentos pueden afectar la leche materna.
Dependiendo de la situación, puede ser recomendable la presencia de una niñera a tiempo parcial o completo, ejercicios para fortalecer los vínculos entre la paciente y el bebé y terapia hormonal.
Si estás pasando por esa situación, busca apoyo, conversa con familiares, amigos y busca un médico: no pases por ese momento sola.
*Todas las informaciones contenidas en este post fueron basadas en informes periódicos, revistas y/o sitios de noticias.
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