Planificar el espacio y la decoración de la habitación del bebé es parte del proceso de cambios en la casa y en la propia dinámica familiar. Por eso, acondicionar la habitación de un bebé está lejos de ser una preocupación exclusivamente estética. El bebé necesita ser recibido en un espacio acogedor, cómodo y seguro.
Por más que los peluches, juguetes coloridos, móviles y otros artículos tan comunes sean bonitos de ver, muchos objetos pueden interferir en la circulación del ambiente, correr el riesgo de causar asfixia o traer otros peligros para el niño si se colocan demasiado cerca de la cuna. Es preciso encontrar un término medio entre belleza, comodidad y seguridad.
Cuna vacía Olvídate de protectores, volados, cintas, muñecos, almohadones y almohadas. Además de suponer un riesgo de asfixia, acumulan polvo - provocando alergias - y pueden ser usados por el niño para escalar.
Móviles Elige modelos ligeros y resistentes, sin adornos puntiagudos. Asegúrate de que la base que lo sostiene sea bastante resistente. Y atención a la altura: deben estar al menos a medio metro del niño, para evitar que tire de ellos.
Muebles Los muebles deben estar alejados de las ventanas y, siempre que sea posible, sujetados a la pared, para evitar que caigan encima del niño. Los soportes metálicos, las bisagras y las trabas plásticas para cajones, siempre que sean firmes y estén bien colocados, son buenos aliados.
Cables Asegúrate de que los dispositivos electrónicos estén fuera del alcance del bebé y usa protectores de cables agarrados a la pared para reducir el riesgo de estrangulación. Esto se aplica a las lámparas de mesa, monitores electrónicos de bebés, teléfonos e incluso a las persianas.
Cuadros y espejos Incluso los artículos de decoración que están en lo alto, lejos del alcance del niño, pueden ser potencialmente peligrosos. Si quieres colgar algo en las paredes del dormitorio, colócalo en la pared opuesta a la cuna, donde es menos probable que caiga sobre el bebé.
Enchufes Siempre que puedas, evita que tu hijo tenga acceso a fuentes de energía, ya sea posicionando muebles pesados delante o colocando protectores de plástico, siempre que no sean pequeños o fáciles de tragar.
La habitación del bebé muchas veces necesita adaptarse al ambiente ya pensado para el hermano mayor. Para ello, es interesante que los padres también estén atentos a las necesidades del hijo mayor y que la habitación de los hermanos sea un lugar agradable para ambos. ¡Hablar con el primogénito y entender cómo se pueden hacer los cambios es una buena manera de incluirlo en el proceso y hacer que sea más fácil para todos pasar por ese momento!
*Todas las informaciones contenidas en este post fueron basadas en informes periódicos, revistas y/o sitios de noticias.
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